viernes, 29 de mayo de 2015

Una noche fue Dj.


Viernes. Y se despertó más temprano de lo que creía. La noche anterior fue buena, de su criterio musical dependió gente que parecía pasarla bien, sumado a unas canciones en vivo que la invitaron a cantar. 
Unas horas después se acostó, sintiéndose cansada y con un ensordecedor pi en los oídos pero satisfecha. Sentía haber hecho un buen trabajo, y la cabina de las consolas le había servido bien de refugio, nuevo e inexplorado hasta ahí, un lugar más de pertenencia.
Ya no se siente tan bicho raro. Porque ya no depende, si alguna vez lo hizo no se acuerda, persigue un bienestar que sabe por dónde va.
Las personas y sus cosas son mucho, les tiene paciencia algunos días pero otros no tanto y se reserva. Le atrae lo inconcluso porque es nuevo para ella y porque aprendió a llevarlo a favor de su corriente; el otoño le trae claridad.

El otoño siempre le trajo claridad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario