jueves, 18 de abril de 2019

Extractos.


22-04-16. 0:13
A veces juego a comprometerme con lo que digo sólo para ver la reacción de los demás. Pareciera que se dice en serio algo pero yo sé que mis palabras van y vuelven como el viento, que importan sólo cuando nacen pero una vez dichas mueren. No tienen ningún tipo de peso más que el moral. Y cuando no se tiene moral, se desconfiguran.
Todo lo que queda es el sentimiento. La emoción, la reacción física que perdura, pero aún así de loco es todo que ni eso pasa a ser lo que es, porque dura lo que se quiere que dure, dependiendo de adicto a qué emoción es uno. 
Yo soy adicta al vértigo porque así como me empuja a vivir a veces me da mucho cagaso y quedo tecleando. Tecleando. Capaz es eso lo que me gusta. Me meto en bretes predecibles y por qué? Mejor dicho para qué- 
Sumergirme en el dominio de las emociones. 
Porque hasta acá, son lo único que ha sabido determinar mi vivir. Sentir. Tan simple como eso. 

Conociéndome. Enfrentándome a situaciones ya vividas que sé a cual de mis yoes más recurrentes despiertan, adrede, para aprender a cambiar a voluntad una reacción a la vez. Cada vez más al detalle, a lo profundo. A la escencia. No cambiarla, dominarla. Sacarle el jugo a lo que en verdad me hace feliz no a lo que la "cómoda" costumbre me lleva. Escencia Control.
Verdadero para mí. Es el único tipo de verdad que considero real. 
Real, hoy. Es el único tipo de realidad que considero concreta. 
Concreto. Una palabra que me es muy difícil de asimilar. 
Asimilar. Ligado a la entrega de que todo es todo y nada es nada y nada es todo y todo es nada. 
Nada. -. 



-.  Todo lo que de acá sigue, está más allá de la sintaxis. 
Eso es lo que pasa con mi locura, me va llevando siempre hacia un lugar mejor que el anterior. Y el entorno me lo reconoce así, me lo demuestra pese a que crean que no, o que es absurdo, o tantas cosas que puedan pensar. No interesa. 
¿Cojones? Sí, de acero. Y en qué se basa mi valía después de todo, no en más que en el hecho de no interesarme en las conjeturas ajenas. Porque ya las reconocí como tales, ajenas en su totalidad, a mi estadía en este hostel que se llama Tierra.