miércoles, 27 de abril de 2016

Todo bien.

Ya no reconozco si es que me importan absolutamente todos, o me importa absolutamente nadie. En ese punto estoy. 
En ese, donde todo lo que pareciera que me está haciendo daño, en verdad me conviene. 
En los sueños, la parte B de los que muestran su parte A, y la parte A de los que muestran la B. 
Tienen más credibilidad mis sueños que la realidad, en ocasiones 
-voy entrando en esos días. No sé qué será, por qué todo cambia tanto y de un momento al otro. Siento que nada es lo que parece. Y que tampoco es lo contrario. 
Siento que nada es nada. 
Suena a depresión? Considérenlo paz de espíritu. 
Desapego al corazón, desatino a la razón. 
Y no te olvides de respirar.