domingo, 31 de mayo de 2015

Escuchar.

La ciudad duerme y se prepara para el lunes. En la casa el silencio característico de las primeras noches de frío, con la segunda colcha que ya agregaban y el zapping distraído como excusa para pensar por separado pero en compañía. A las once, la má se iba a dormir.
Fin de semana terminado de un trabajo nuevo, pensó,  sorprendida otra vez de tantas puertas que le abría saber escuchar. Escuchaba y le pasaba como por un cable pelado la corriente de tiempos y notas por el cuerpo, anulando la molestia el problema y la razón. Se entienden y se aman, son una misma cosa.
La música y ella.

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