jueves, 12 de junio de 2014

Holly/wood


hoy voy a escribir un poco, sobre las cosas ridículas. Más específicamente, las ridiculeces ficcionales diarias a las que estamos expuestos a ver, por ende interiorizar, y considerar ciertas.
Por ejemplo, las historias de amor en las películas. Es una cosa de no creer jaja. Porque jamás en la vida te va a pasar.
Ponele, la historia trata de que una chica X, esta mal por algún motivo (le va mal en el colegio, tiene una enfermedad, cualquier cosa que le quita esperanzas sobre la vida y el mundo) y de repente, se cruza con un bombonazo, mas de una vez resulta ser el vecino de toda la vida que se conocen pero recién ahora se da cuenta de que estaba tremendamente bueno, y oobvio que es un divino, todo buenito, vive solo con la madre o con el padre, no sale, no le gusta la joda, no tuvo novia nunca porque le da miedo el amor. PONELE.
Y lo más gracioso, es que la mina tiene mil complejos y problemillas mentales, pero son JUSTO los que a éste chabon, le parecen dulces y tiernos y pasan con agua porque el amor a primera vista puede más.
Cuando la realidad chicas, es otra. Si es que tenes la sueeeerte de encontrarte un pibe la mitad de fachero, ponele la firma que primero ni te va a mirar, segundo que es un remil boludazo y se hace el copado estando con veinte a la vez, o sea que si te llega a chamuyar, no te hagas esperanzas porq sos una más (al segundo día olvidate que te mande un mensaje, no es que no te escribe porq le importas, no te escribe PORQUE NO ESTA NI AHIIIIIII)

Bueno, eso un poco. Jajaja. Me da risa a veces.
Pero he ahí la inteligencia y poder comercial de los productores y las megaempresas cinematográficas: esas historias venden, porque todas y todos quisieramos una historia así, por una puta vez en la vida!

A no bajar los brazos!! (ppppfffffff)

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